WINFREY RECONOCIÓ A MUJERES QUE NO TUVIERON EL CORAJE DE ALZAR LA VOZ| Blog del Columnista.


Debemos dejar atrás el victimismo y movilizarnos para instrumentar mecanismos que garanticen que nuestros abusadores rindan cuentas, opina Roxanne Jones.

Winfrey, galardonada en la 75 edición anual de los Globos de Oro con el premio Cecil B. DeMille por su destacada contribución al mundo del entretenimiento, convirtió la noche en algo más que una expresión cliché de vestidos negros contra el abuso sexual y el acoso en Hollywood.



Desde el escenario y con su autenticidad tocó los corazones de mujeres y niñas de todo el mundo, desde trabajadoras domésticas hasta ejecutivas corporativas y estrellas de Hollywood, y nos dijo: Te escucho, no estás sola.

Seth Meyers, el presentador, bromeó con la idea de que Oprah contienda por la presidencia en 2020. Y después de su poderoso discurso de anoche, muchos han comenzado a tomar más en serio esa idea. Con todo, no estoy convencida de que la Casa Blanca sea el mejor lugar para el poder y el intelecto de Oprah.

Oprah conoce nuestro dolor, escuchó nuestras historias de abuso sexual y discriminación. La hemos inspirado, dijo.

"Lo que sé con certeza es que decir tu verdad es la herramienta más poderosa que tenemos. Estoy especialmente inspirada y orgullosa de todas las mujeres que se sintieron lo suficientemente fuertes y empoderadas para hablar y compartir sus historias personales", dijo, agradeciendo a todas las mujeres que se atrevieron a levantar la voz y decir #MeToo (Yo también).

Y lo que es igual de importante, Winfrey reconoció a aquellas mujeres que nunca tuvieron el coraje de alzar la voz porque tenían familias que criar o sueños que perseguir.

Uno no podía sino creerle a Oprah cuando, mirando a la cámara, les dijo a todos aquellos hombres que violentan y acosan a las mujeres, "su tiempo ha terminado". Todas nos sentimos un poco más valientes.

Fue un hermoso momento televisivo y justo lo que los Globos necesitaban, ya que el espectáculo, que prometía protestas, se prolongó, a pesar de los esfuerzos heroicos de Seth Meyers para mantenerlo emocionante.

Cuando se hizo la convocatoria para que las mujeres de Hollywood se vistieran de negro en la gala de los Globos de Oro para mostrar su solidaridad con todas las mujeres y hombres que han padecido el extendido hostigamiento sexual que prevalece en la industria, está claro que todos recibieron el mensaje. Nadie se atrevió a aparecer en otra cosa que no fuera alta costura en color negro de los pies a la cabeza.

Si tan solo erradicar la misoginia fuera tan simple como un cambio de vestuario.

Sabemos que se necesita más que un fashion statement, una declaración de estilo, para cambiar la cultura de abuso y acoso que enfrentan las mujeres trabajadoras, desde Hollywood hasta la Casa Blanca.


Pero la protesta de los Globos de Oro debería aplaudirse por poner en el foco el tema de #MeToo. Y fue refrescante escuchar conversaciones relevantes en la alfombra roja y entrevistas con mujeres como Billie Jean King y la fundadora y activista de #MeToo Tarana Burke, quienes fueron invitadas especiales, presentes para resaltar la igualdad.

Porque aunque es fundamental que sigamos encontrando nuestras voces, también debemos dejar atrás el victimismo y movilizarnos para instrumentar mecanismos que garanticen que nuestros abusadores rindan cuentas. Es hora de atajar el desequilibrio de poder en los centros de trabajo y ayudar a desarrollar más mujeres líderes.



Time's Up, una nueva iniciativa lanzada por Shonda Rhimes, Reese Witherspoon, Traci Ross, Meryl Streep, Eva Longoria y decenas de otros líderes de la industria, convierte la conversación #MeToo en acción. Y anoche Hollywood utilizó con éxito la protesta de la moda para centrar la discusión en esta campaña inspiradora, que comenzó para abordar la desigualdad sistémica y la injusticia en los centros laborales que han impedido que los grupos infrarrepresentados alcancen todo su potencial.

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